Draft NBA: Top 10 aleros

No es un secreto, que en la NBA de hoy día, es la posición de alero la más atlética y versátil en la pista. El Draft de este año nos trae una gran variedad de chicos con talento que aportan diferentes aptitudes. Algunos son recientemente graduados que lideraron su equipo toda la temporada. Otros aún no se han graduado pero enamoraron en la fase final del torneo. Y otros pocos son jugadores internacionales o de un Junior College. No necesariamente en las últimas posiciones del Draft, pero muchos de estos chicos podrán oír sus nombres entre los 15 primeros e incluso entre los 10 primeros.

1. Justise Winslow, Duke

Al igual que anteriormente Lucas Hancock y DeAndre Daniels, Justise Winslow fue la estrella del torneo de este año. El Freshman promedió 14’3 puntos y 9’3 rebotes en la carrera de Duke por el título y ayudó con varias jugadas a los Blue Devils a conseguir las victorias sobre Wisconsin y Utah. Muchos de los activos de Winslow se centran en sus robos, su manejo de balón y su capacidad física. Es muy fuerte y rápido con facilidad para llegar al aro, una habilidad que probablemente trasladará a la NBA por lo fuerte y agresivo que es. Por otro lado, Winslow ya es un gran defensor gracias a su combinación de velocidad lateral, fuerza, intensidad y longitud superior a la media. En transición, Winslow sube y baja la pista en un instante con y sin balón, demostrando también ser un gran finalizador de transiciones.

Tal vez la principal baza de Winslow sea su falta de consistencia. En High School, sobre todo, no ha parecido estar completamente comprometido y no ha impactado tanto como se esperaba de el. Vimos como tuvo ciertos inconvenientes para adaptarse al juego de la conferencia ACC cuando lanzó por debajo del 44% en 6 de sus primeros 7 partidos de la conferencia. Otro de los hechos que podrían hacerle caer en el Draft es que no parece ser una estrella potencial como Okafor, Russell, Towns o Mudiay. Pero no dejemos que nos engañen sus habilidades; Winslow es un más que capaz tirador exterior. Anotó un 42% de los triples este año con una cantidad decente de ellos (110) para ser un Freshman. Su mecánica es todavía un poco áspera, de modo que el porcentaje puede no ser sostenible, pero si le dejan espacio en la NBA, puede enchufar suficientes triples para poner en aviso a sus defensores.

2. Stanley Jonson, Arizona

A pesar de que entró como el séptimo de la clase del 2014, Stanley Johnson ha sorprendido a muchos por como ha sido participe del éxito de Arizona la pasada temporada, particularmente durante la temporada regular. Fue introducido en una mezcla que incluía veteranos como Brandon Ashley, Rondae Hollis-Jefferson, Kaleb Tarczewski y T.J. McConnell, y aún así, a pesar de no ser el que mayor mente anotadora tiene, lideró al equipo en anotación, siendo también segundo en rebotes y robos. La temporada de Johnson fue casi al contrario que la de Winslow. Ambos llegaron como “recruits” rodeados de un grupo de talentosos veteranos o incluso “recruits” mejor valorados. Pero a diferencia de Winslow, Johnson lideró a su equipo en la temporada regular, y luego bajó su rendimiento en el torneo hasta que llegaron al Elite Eight. En 32avos, Sweet 16 y Elite Eight, Johnson promedió 7’3 puntos con un 27% en tiros.

Johnson juega como un jugador más experimentado de lo que es, con 19 años cumplidos a finales de Mayo. Su versatilidad es más evidente en defensa, pudiendo encargarse de casi cualquier posición en pista excepto la de pívot. Su fuerza y talla le permiten defender a los ala-pívots en la pintura, y su rapidez y esfuerzo le permiten hacerlo ante jugadores más pequeños en el perímetro. En su juego ofensivo está progresando, pero cuando eres el máximo anotador de un equipo que es el segundo cabeza de serie del torneo, algo tienes. Usa su rocoso y musculado cuerpo tanto para penetrar hacia el aro como para postear a aleros más pequeños. Su tiro en suspensión es aceptable, y pareció mejorar en cuanto pasaba la temporada. Va siempre por los rebotes ofensivos consiguiendo una buena cantidad de puntos en segunda oportunidad. La combinación de fuerza, talla, capacidad atlética y una buena mentalidad generosa le hacen único en la clase de este año. Su juventud es más evidente cuando se trata de ser demasiado agresivo en ataque perdiendo balones, haciendo malos tiros o haciendo faltas ofensivas. El no es el alero más alto, pero su fuerza y talla le permitirán competir con los aleros NBA y le da un gran potencial para convertirse en un fuerte defensor estilo Metta World Peace. Johnson tiene posibilidades de ser un Top 10 debido a su gran versatilidad, madurez y potencial.

3. Sam Dekker, Wisconsin

Sam Dekker estuvo a 4 minutos de ganar el título y reemplazar a Justise Winslow como la estrella emergente de este torneo. En los 6 partidos de Wisconsin hasta la final, el Junior promedió 19’3 puntos y 5’5 rebotes anotando 15 triples, algunos de los cuales llegaron en grandes momentos para los Badgers. Su faceta ofensiva siempre ha sido su carta de presentación, y ciertamente se reivindicó como un buen atacante tanto en la temporada regular como en el torneo por el título. Dekker tiene una fantástica combinación de tamaño (2’05 con una envergadura de casi 2’13), atletismo y una excelente mecánica de tiro. Su versatilidad ofensiva recuerda a la de Gordon Hayward, al igual que su gran actuación del torneo. Es un astuto anotador que también se mueve bien sin el balón y realmente ayuda a moverlo. Su capacidad para crear con sus compañeros de perímetro, su juego por encima del aro y su mejora a la hora de encarar a defensores mas bajos le hacen uno de los aleros más peligrosos en ataque de esta clase.

Dekker encarna la versatilidad que es tan frecuente en esta hornada de aleros. Su envergadura fue un poco mayor de lo esperado en las medidas del combine por lo que tiene un cierto potencial para evolucionar en un 4 abierto, pero para que eso suceda, tendría que convertirse en un mejor defensor y anotador de poste bajo. Su tiro es una de sus tarjetas de visita, pero sólo ha anotado el 33% de sus triples la pasada temporada, por lo que no es un tirador de elite, y no tiene buenos movimientos para zafarse de su defensor, pero aún así tiene mucho que ofrecer ofensivamente. Defensivamente hablando es sólido a la hora de quedarse frente a su hombre con su rapidez y talla. No es un gran atleta como Winslow y Johnson, pero parece poseer suficientes habilidades ofensivas y estar listo para ir a la NBA.

4. Kelly Oubre, Kansas

Ha demostrado una capacidad de hacer varias cosas diferentes en un nivel alto y, si realmente puede juntarlo todo y encontrar más consistencia, tiene el potencial para ser uno de los protagonistas de este Draft. Lo primero que destaca de el es su envergadura excepcional. Sus 2 metros de altura no son para tirar cohetes, pero sus 2’18 de envergadura es la mayor de entre todos los bases, escoltas y aleros, e incluso supera a la de muchos de los ala-pívots y pívots. Lo aprovecha, como ya ha demostrado, siendo un sólido defensor perimetral que consigue una gran cantidad de robos irrumpiendo en las líneas de pase. También usa su envergadura para capturar una buena cantidad de rebotes. Tuvo un promedio de más de 5 rebotes por partido la temporada pasada, a pesar de sólo jugar 21 minutos por partido. Además de su monstruosa envergadura, Oubre es uno de los mejores atletas de esta clase, como demuestran sus 88 cm de salto vertical.

Todos estos dones físicos que posee Oubre casi eclipsan el hecho de que es un tirador muy sólido. Como Freshman, anotó un 36% de los triples que intentó y muestra consistencia en sus tiros de media distancia. No es un gran creador de tiro, pero puede lanzar muy bien, aprovechar las segundas oportunidades tras rechaces gracias a su capacidad atlética, y salir en transición y ser un buen finalizador en contraataques. Y como apuntamos anteriormente, tiene el potencial para ser un grandísimo defensor, incluso al nivel de la NBA. Sus números en la universidad no sobresalen mucho (9’3 puntos por partido), pero siendo un jugador de primer año en un programa como el de Kansas, su contribución no ha sido del todo mala. Su capacidad de pase no es buena (solo 0’8 asistencias, además de 1’2 pérdidas de balón por partido) por lo que puede necesitar algún tiempo para adaptarse a los ataques de la NBA, pero su potencial y tiro abierto le hacen un proyecto tremendamente interesante que puede ser una auténtica ganga para cualquier equipo que lo elija.

5. Justin Anderson, Virginia

Al igual que varios de los jugadores de los que hemos hablado hasta el momento, Anderson tiene una excelente combinación de atletismo, capacidad de lanzamiento y talla. Tal vez el mejor jugador universitario en esta lista, fue la estrella de un equipo de Virginia que empezó la temporada con un 21-1 antes de que Anderson estuviese fuera un largo tiempo debido a una lesión. El equipo ganó muchos de sus partidos sin el, pero les costaba ganar ante equipos muy inferiores y, cuando Anderson regresó finalmente para el final de la temporada, los Cavaliers siguieron sufriendo y su temporada llegó a un catastrófico final ante la cenicienta del torneo, Michigan State. Anderson fue el alma y corazón del equipo. Es un jugador muy completo y bien desarrollado en esta etapa de su carrera, demostrando lo trabajador que es en la mejora de su tiro exterior de su temporada Junior comparado con la Sophomore. Pasó de un pobre 29% siendo Sophomore, a un buen 45% en su temporada Junior y que, combinado con su habilidad para penetrar y su juego de media distancia, lo hacen ser una buena arma ofensiva. Defensivamente ayudó a que su equipo fuese uno de los mejores del país. Tiene buena talla (2’10 de envergadura) y una buena capacidad atlética (algo más de 1 metro de salto vertical) que añadido a un cuerpo fuerte, le hacen un buen defensor de perímetro. No es muy egoísta, es un ganador nato y juega con agresividad tanto en defensa como en ataque.

Lo principal que separa a Anderson de sus homólogos de más alto rango es el hecho de que su margen no es tan alto. Tiene 21 años y ha alcanzado buena parte del desarrollo que iba a tener. Actualmente es el jugador que va a llegar a ser, y aunque es un buen “prospect” realmente no hace otra cosa a un alto nivel además del salto. Su tiro fue bueno la temporada pasada, pero 26 partidos y 104 triples no es una gran muestra. Los contratiempos que tuvo con las lesiones al final de la temporada probablemente sean una lacra de cara a los scouts. En cualquier caso, sus puntos fuertes son bien conocidos y lo que el ofrece como tirador, penetrador, defensor, jugador de equipo y ganador le hacen un jugador interesante para final de la primera ronda.

6. Rondae Hollis-Jefferson, Arizona

Arizona sin duda alzó el vuelo la pasada temporada, en cuanto Stanley Johnson fue emparejado con el Sophomore Rondae Hollis-Jefferson para formar un alto tándem atlético en el perímetro. Hollis-Jefferson es uno de los mejores defensores de perímetro de esta clase. Su excelente envergadura (2’16), la capacidad atlética de primer nivel y los hombros anchos le hacen ser un excelente defensor que coincide habitualmente con el mejor jugador ofensivo del otro equipo. También utiliza su agilidad, fuerza y agresividad para ser un gran finalizador que saca muchas faltas. Juega en posiciones más altas que la suya, liderando un equipo alto y atlético en rebotes con unos sólidos 6’8 rebotes la pasada campaña. También es un buen taponador, usando su atletismo e instinto para perseguir a los contrincantes y desviar balones. Todo su juego tiene un poder y fuerza que será igual en cualquier nivel de competición.

Las principales críticas a Hollis-Jefferson giran en torno a sus grandes deficiencias como tirador. Más allá de la media distancia no es un gran tirador. Anotó 6 de 29 triples (21%) toda la temporada pasada, y casi todos sus puntos fueron cerca del aro o desde la línea de tiros libres, un lugar que visitaba a menudo. Recuerda a Michael Kidd-Gilchrist hace unos años: excelentes defensores atléticos que realmente están obstaculizados por la falta de capacidad de lanzamiento. Las habilidades ofensivas de Hollis-Jefferson son lo suficientemente limitadas de que realmente podrían eclipsar su destreza defensiva cuando se trata de ganar tiempo de juego en la liga profesional.  Puede contribuir de inmediato defensivamente y en transición y probablemente va a terminar siendo seleccionado entre los puestos 15 y 25.7

7. Terran Petteway, Nebraska

Aquí es donde empezamos a ver un poco el bajón en la posición de alero en cuanto nuestro séptimo jugador es Terran Petteway, un anotador en la universidad que es un comodín cuando tratamos de evaluar que tipo de producción es capaz de hacer en la NBA. Un alero agresivo que puede anotar de cualquier manera, Petteway es un buen tirador que ha promediado más de 18 puntos por partido en dos temporadas en Nebraska. Cada vez que entra a pista aporta intensidad y un halo de competitividad que no tienen comparación con casi nadie contra los que juega. Es un ganador, y a veces, trata de hacer demasiado. También pierde el balón en muchas ocasiones intentando hacer demasiado. Su combinación de un porcentaje inferior al 40% y las 3’4 pérdidas por partido pueden asustar a algunos scouts. Pero Petteway es un líder y ganador nato. Si está dispuesto a aceptar un papel más limitado en un equipo de la NBA, podría encontrar un hueco como anotador versátil, con buena envergadura (2’11) y un alto fondo le dan potencial para ser un sólido defensor en la NBA. Tiene madurez para realizar transiciones, pero la cuestión principal es, ¿como va a irle en un papel limitado, y, después de que fracasara un poco la temporada pasada en comparación con su temporada Sophomore, le dará una oportunidad algún equipo NBA? Probablemente será elegido en la segunda ronda. Le costará mucho a Petteway, pero de que es un competidor y lo dará todo para tener un hueco en la liga no hay duda.

8. Cedi Osman, Anadolu Efes

El primer jugador internacional en nuestra lista, Osman no tiene el nombre de los 7 anteriores. Y con su reciente anuncio de que jugará 2 temporadas más en Europa tras ser drafteado, pasará un tiempo hasta que Osman cause impacto en Estados Unidos. Pero es sin duda un jugador interesante que vale la pena conocer y digno de ser elegido en el Draft. Es otro atleta con buena talla, dándole un gran potencial como defensor y que le permite terminar bien las transiciones. Es un tipo que quiere tener el balón en sus manos, porque no es solo un buen penetrador que puede acabar con cualquier mano y un consistente tirador de posición, sino que ha demostrado tener un gran potencial como “point forward”. Puede pasar el balón bien y posee una gran visión para tener 20 años. Cuando llegue a la liga, habrá competido varios años contra duros contrincantes en Europa y habrá mejorado mucho más a la hora de entrar a la NBA teniendo 22 años. Si tratase hoy de ingresar en la liga podría fracasar porque aún se intimida un poco en la pintura a la hora de anotar contra chicos más fuertes. El hecho de que se perdió un tiempo recientemente por una lesión en el tobillo no ayuda tampoco a venderse. Y con todos los jugadores que son seleccionados y no van directamente a la NBA, hay cierto riesgo en elegir un jugador que, o no jugará para ti en 2 años o no lo hará nunca. Todavía tiene margen de mejora, así que en 2 años, podría ser un “point forward” muy pulido para cualquier equipo que tenga la paciencia para elegirlo. Osman debería ser elegido en segunda ronda.

9. J.P. Tokoto, North Carolina

A diferencia de Osman, Tokoto consiguió exhibirse mucho jugando en una de las perennes potencias universitarias de Estados Unidos como es North Carolina. A diferencia que fue ensombrecido por otros jugadores más talentosos y consistentes. Esencialmente, Tokoto es un chico flaco que puede saltar y hacer una sorprendentemente buena defensa sobre el balón. En defensa es donde hará un impacto principalmente. Como Hollis-Jefferson, Tokoto generalmente se empareja con el mejor jugador del oponente, al que generalmente seca gracias a su talla y excelente rapidez. Juega por encima del aro gracias a su salto vertical de 1 metro, lo que también le ayuda a elevarse y atrapar una buena cantidad de rebotes. Su altura, velocidad y agilidad conforman una buena combinación física, pero su tiro en suspensión es bastante decepcionante al igual que su habilidad para crear tiros. En la universidad Tokoto nunca ha promediado más de 9’3 puntos en una temporada, por lo que hay pocos indicadores de que, a estas alturas de su carrera, pueda contribuir ofensivamente al nivel de la NBA. Pero potencial tiene, y Tokoto ya ha demostrado que puede trabajar y mejorar. Muestra ser prometedor como defensor de perímetro. Una temporada en el gimnasio y con un entrenador de tiro podría hacerle ser un robo en segunda ronda.

10. Luis Montero, Westchester Community College

El último jugador de nuestra lista, sin duda ha tenido el camino menos convencional para llegar al Draft, pero a diferencia de algunos jugadores de las escuelas pequeñas (o en este caso, un junior college) que se declaran elegibles ridículamente, Montero tiene verdaderas oportunidades de escuchar su nombre en la noche del Draft. No hay mucho que decir acerca de Montero, puesto que sigue siendo en gran medida una incógnita. Para la inmensa cantidad de scouts de la NBA, Montero siquiera ha jugado al baloncesto el pasado año porque la temporada de su equipo fue cancelada debido a problemas de transcripción de varios jugadores. Pero este chico es un buen atleta con buen manejo de balón, una sólida capacidad de pase y un aspecto un tanto extraño aunque un tiro en suspensión bastante eficaz. También es muy delgado, poco testeado y lo más importante, poco seguido por los scouts. Ha mostrado destellos de brillantez a nivel JUCO y probablemente tenga lugar en la segunda ronda del Draft. Incluso tiene algunas posibilidades de ser elegido al final de la primera ronda aunque parezca una locura.

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